Los Mitoteros
“Un pueblo domesticado y sumiso aporta poco al desarrollo de este”, nos comentaba uno de los pocos que analizan a profundidad el entorno del municipio de San Quintín, citando ejemplos como el proyecto del puente peatonal del ejido Emiliano Zapata, que hasta la fecha acumula tres años de anunciar la puesta en marcha de su construcción.
Dicho puente se ha convertido en un caudal de reuniones, enfado, frustración, engaños y reclamos hacia quienes pretenden justificar el incumplimiento y falta de voluntad para concluir un proyecto que solo tiene un 30% de avance. A esto se le suman los trabajos completamente suspendidos al margen de la definición de una fecha para la reanudación de la construcción.
Sin embargo, no podemos quejarnos de la gran cantidad de apoyos como la entrega de despensas, útiles escolares, becas, obras de relumbrón, pequeños apoyos económicos, materiales para la rehabilitación de viviendas y la organización de eventos masivos para la entrega de estos. Esto con la finalidad de mantenernos entretenidos y con la mirada desviada hacia proyectos de gran calado.
Desde luego no puede faltar la pensión para los adultos mayores de 65, y más con el refuerzo de apoyos estatales, que nos mantienen en calidad de focas aplaudidoras en eventos masivos oficiales de los gobiernos en turno, aun cuando carezcamos de los servicios más elementales y necesarios como un hospital de especialidades, la regularización de la tenencia de la tierra, agua, drenaje y pavimento.
Con esto pretendemos justificar, aplaudir y reconocer a los gobiernos del pasado y del presente sin detenernos a observar cuánta sumisión y tolerancia nos han llevado a un gran rezago en materia de desarrollo, pero eso sí, con una población entre 120 o 150 mil habitantes, que en su inmensa mayoría un día aplaude y otro también a quienes nos gobiernan.
¿De qué nos ha servido? Desde hace aproximadamente 30 años han considerado a nuestro municipio de San Quintín con la etiqueta de extrema pobreza y continúa sumido en el mismo rango, solo que ahora bajo el concepto de familias en estado de vulnerabilidad, lo cual nos ha llevado al extremo de intercambiar nuestra voluntad para la búsqueda del verdadero desarrollo que requerimos.
El 60% de los habitantes de pueblos originarios indígenas asentados en el nuevo Municipio de San Quintín nos han llevado a perpetuar hasta la fecha el estandarte de familias en estado de vulnerabilidad.