ACÁ SAN QUINTÍN.
La resaca del nuevo municipio.
Por: Rodolfo Guevara Cázarez.
Lo ocurrido el día de 12 de Febrero en la sede de la sesión del Congreso del Estado en el valle de San Quintín, reflejo que aún estamos demasiado lejos en materia política y social, como para poder encontrar un verdadera persona de nuestra zona con la capacidad suficiente que tome el estandarte de nuestro destino y desarrollo en el 2024, cuando se realizara la primera elección del Presidente Municipal del nuevo municipio.
Ante la fuerte tempestad de empujones, golpes bajos, pellizcos y cachetadas con guante blanco, los escasos valores políticos y sociales existentes en el valle de San Quintín, optaron por replegarse y esperar mejores tiempos en el transcurso de tiempo que navegaremos en un nuevo municipio, sin autoridad, sin recursos económicos y materiales, sin poder de decisión y lo más lamentable, de operadores políticos de MORENA.
En otros frentes opinan que no debe de esperarse hasta el 2024, para que se elija al primer presidente municipal, considerando quizás, que el escenario político hasta esa fecha podría cambiar y nuevamente volverse a caer un hecho consumado de la municipalización, como ocurriera en el 2013.
De tomar fuerza este pronunciamiento podría complicársele al Gobernador del Estado, la larga espera de cuatro años, debido a que este frente asegura que todavía está en tiempo para que el mandatario envié la observación al Congreso del Estado, con la finalidad de que exista la elección del primer Presidente Municipal en el próximo proceso electoral del 2021.
Sin embargo, de la emoción de haber logrado la municipalización del valle de San Quintín, deben de enfocarse hacia la realidad de los pros y contras de esto, ya que existen voces discordantes como lo ocurrido en la Delegación de Punta Colonet, donde asegura una persona que nunca se han pronunciado por ser parte del nuevo municipio, y que la petición está avalada por un reducido grupo de personas.
En el sur profundo desconocen la mayoría de los ciudadanos de las delegaciones municipales a los integrantes del comité de municipalización, y la pretensión de declarar “Municipio Indígena” al nuevo municipio de San Quintín, del cual formaran parte.
Otro aspecto ocurrió en el módulo de la Diputada Miriam Cano Núñez, cuando un grupo de ejidatarios se apersono para manifestar que no fueron tomados en cuenta, además de cuestionar sobre el territorio del nuevo Municipio de San Quintín, con la finalidad de evitar un posible riesgo de sus terrenos ejidales.
Y esto resulta producto del fantasma de “Municipio Indígena”, que reclama el grupo de la líder social Lucila Hernández, aun cuando tienen el perfil de avecinados y carecen de tierras ejidales.
Como podemos observar, aunque existió una verdadera fiesta de alegría, existe también una resaca en la aprobación del sexto municipio del Estado de Baja California.