Los Mitoteros
A escasos cinco días de que Miriam Cano Núñez tome posesión como la primera presidenta municipal de San Quintín, los comentarios a favor resultan demasiado halagadores, principalmente por la corriente morenista que, un día sí y otro también, exaltan las bondades de la cuarta transformación y su continuidad.
Sin embargo, estos comentarios halagadores duplican el compromiso de Cano Núñez a tener un buen desempeño en el gobierno municipal, le ponen la vara demasiado alta y le resaltan la necesidad de una buena relación con la gobernadora del estado, Marina del Pilar Ávila Olmeda. Esto con el objetivo de que reciba acompañamiento en lo relativo a destrabar dos aspectos fundamentales para nuestro desarrollo: el agua y la regularización de la tenencia de la tierra.
Solucionar estos dos temas provocaría el arribo de mayores inversiones para la instalación de empresas generadoras de empleo y, por ende, derrama económica, ya que en la actualidad algunos empresarios no le apuestan al municipio de San Quintín por la incertidumbre jurídica en la tenencia de la tierra y la falta de un abastecimiento de agua oportuno y proyectos de drenaje.
Aunque la futura presidenta municipal ha venido insistiendo en el tema de la energía eléctrica durante algunas entrevistas como uno de los principales aspectos que deben resolverse para un buen funcionamiento de proyectos de desaladoras que vengan a resolver el problema de falta del vital líquido, lo cierto es que esto le llevará algún tiempo y buenas gestiones para cumplirlo.
Ella misma ha reconocido que durante su campaña electoral y las reuniones que ha sostenido con algunas agrupaciones ciudadanas, el tema de la pavimentación de calles ha sido el más escuchado. Existen colonias demasiado antiguas que siguen enfrentando el problema de regularización de la tenencia de la tierra, lo cual las limita para la inversión de recursos económicos de los programas federales.
Claro que la falta de un mayor volumen de energía eléctrica en San Quintín resulta otro de los aspectos que deben atenderse y resolverse. Sin embargo, el gobierno municipal no debe pretender cursar la secundaría sin haber hecho la primaria, lo cual equivale a ir colocando el andamiaje para caminar seguros hacia un verdadero desarrollo.
La cantidad de problemas que enfrenta nuestro municipio es enorme, por lo que tres años de gobierno municipal resultan insuficientes para lograr una verdadera transformación.
Lo mejor es ser realistas y apegarse al segundo piso de la cuarta transformación (o incluso a un tercero) para lograr un mediano avance en materia de desarrollo de nuestro municipio.