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Piden al IEE incluir a los adultos mayores en las “acciones afirmativas”

Los ciudadanos de la tercera edad deben ser reconocidos como gente totalmente valiosa y digna de respeto y admiración, pero sobre todo de reconocimiento político social y afectivo.

Bajo la anterior premisa y para honrar el “Dia del Adulto Mayor” que se conmemora en México el 28 de agosto, fecha que en nuestra entidad pasó desapercibida para los tres órdenes de gobierno, el Lic. J. Víctor Ferrer C., presentó ante el Instituto Estatal Electoral, la petición para que las personas de la tercera edad o adultos mayores, sean considerados dentro de las “acciones afirmativas” en el siguiente proceso estatal electoral.

La idea es que las autoridades electorales incorporen a los adultos mayores, evitando su discriminación, por medio de las “acciones afirmativas” tal como en su momento se hizo con jóvenes, personas discapacitadas, de origen indígena y la diversidad sexual.

En su escrito Ferrer menciona, que los adultos mayores constituyen un grupo vulnerable en la ley y en la sociedad; ven afectados sus derechos constantemente, son víctimas de discriminación, violencia, abandono, exclusión, estigmatización y soledad, situaciones que tienen como consecuencia un evidente deterioro en su calidad de vida.

Remarca que es importante destacar, que las personas de la tercera edad de 60 años y más, de acuerdo con la información censal de 1990, en comparación con la de 2020, se triplicó de 5 a 15.1 millones, pasando del 6% al 12% de la población. En Baja California corresponde al 9.4 por ciento de los 3’769.020 del total de habitantes de nuestra entidad.

En materia electoral, el importante segmento de los adultos mayores no ha sido tomado en cuenta aquí, a pesar de que antaño la gente de mayor edad era la que ocupaba puestos de mayor relevancia y como ejemplo baste recordar la forma en que se integraba el Senado Romano.

La discriminación es lamentable, e históricamente ha sido padecida por grupos de la población más vulnerables como las personas adultas mayores en referencia a la oferta de puestos de trabajo donde se señala que debe ser menor de 35 o 40 años para que puedan ocupar el puesto.

Ferrer subraya, que una de las formas más oprobiosas de discriminación a los adultos mayores, se da cuando es forzosa la jubilación, a partir de los 65 o 70 años respecto de magistrados, jueces, fiscales, etc., cuando en muchos de los casos, en esa edad se tiene mayor lucidez y conocimiento de las materias que se han practicado por años y contraviniendo el artículo 1ero. de nuestra constitución.

Finaliza su escrito diciendo: “Hagamos vivos sus derechos, porque si somos afortunados, un día todos seremos adultos mayores. Tarde o temprano todos formaremos parte de este grupo poblacional”.

Tienen la palabra sobre este importante tema, los consejeros del IEE y el impulso que a este asunto quieran otorgar los representantes de los partidos políticos acreditados ante el Instituto.