¿Municipio o pueblo de caciques y corruptos?
*Sueldos altos a cambio de chatarra.
Durante una marcha de vehículos que realizaron inicialmente en señal de protesta los manifestantes y participantes en la huelga de hambre, le mostraron a la ciudadanía públicamente el estado que guardaban los recursos materiales del nuevo Municipio de San Quintín, mientras los concejales se habían adjudicado un salario de aproximadamente 75 mil pesos, lo cual fundamentaba sus tres peticiones.
También destacaron que existía una planta laboral demasiado elevada que representaba un costo económico fuera de toda proporción en un Municipio que se inicia, con la finalidad de justificar sus peticiones ante los concejeros, los cuales lejos de tener una apertura ciudadana, hoy desafortunadamente nos enteramos que pretenden reprimir y castigar a quienes se open a su manera de dirigirlo.
Los anterior nos lleva al análisis, reflexión y percepción de que pudiéramos estar ante un grupo de caiques y corrupto en nuestra nueva etapa de Municipio de San Quintín, lo cual no cambia para nada el escenario de delegaciones municipales y mayor crecimiento del rezago social, como para soñar que estamos ante un escenario de ofrecerle el mejor nivel de vida a nuestra familia.
Nuestro destino y desarrollo únicamente pudiera estar centrado en la saciedad de grupos hambrientos de poder político y económico, como al viejo estilo de los pueblos sometidos por el poder económico del cacique, donde hasta nuestras hijas deben de pagar el precio de este tipo de personajes.
Que podemos esperar de un Presidente del CMFSQ, que su única arma resultan las amenazas legales, la prepotencia, soberbia y una cerrazón absoluta al dialogo ciudadano en aras de lograr un entendimiento mutuo que conlleve a una mejor dirección del destino y futuro del nuevo Municipio.
Que esconden los concejeros, cual resulta el motivo de falta de apertura hacia la ciudadanía, acaso consideran que deben de ignorar las exigencias del pueblo, esta y muchas preguntas más pudiéramos formularnos en el afán de pretender corregir el error de los manifestantes y huelguistas de hambre, que únicamente solicitaban la atención de tres puntos debidamente fundamentados.