Sin respuesta los concejeros

No entienden o no quieren entender los integrantes del Concejo Municipal de San Quintín, que son parte de un ente público para atender a toda la ciudadanía y las agrupaciones sociales interesadas en contribuir al desarrollo del nuevo municipio, aportando ideas, señalando errores para su corrección y proporcionado nombres de profesionistas que puedan ayudar en el rumbo y destino.

El Consejo Municipal Fundacional de San Quintín, no resulta una empresa de la iniciativa privada, empresa agrícola, empresa familiar o de grupúsculos hambrientos de poder político y económico, como pretenden dar la apariencia algunos de los concejeros que tienen una notoria incapacidad en la dirección de una institución pública, que depende del sostenimiento de los impuestos que aporta la ciudadanía.

Su actitud de encerrarse a piedra y lodo hacia algunas agrupaciones civiles que los han cuestionado como Observatorio Ciudadano de San Quintín y México por Delante, refleja una actitud demasiado infantil, caciquil, selectiva y de poco criterio en los concejeros que deciden a quien reciben y quien entra al recinto del CMFSQ.

Lamentablemente este tipo de mentalidades resultan parte del marcado subdesarrollo en que está sumido el nuevo Municipio de San Quintín, apegado a la acentuada cultura del bote de tomate, fresa y de los apellidos rimbombantes del sector agrícola, de aquellos ayeres.

Es triste observar que aun observamos este tipo de conductas y comportamiento en vías de alcanzar el sueño anhelado de los sanquintinenses, como fue la búsqueda de la municipalización en aras de que se abrieran otras alternativas de empleo, que no estuvieran supeditadas únicamente al trabajo del campo.

Sin embargo, la interculturalidad ciudadana de esta zona está emergiendo con la formación de nuevas generaciones de profesionistas, que deben de ser parte de un cambio de mentalidad y actitudes, y que pueden abolir este tipo de actitudes de los concejeros.