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Municipio de San Quintín; al margen de la ley.

Lo ocurrido al interior del ejido Zarahemla resulta parte del común denominador que priva en todo lo largo y ancho del valle de San Quintín, ahora convertido en nuevo Municipio, como producto de esa notable ausencia de una verdadera impartición de justicia apegada a derecho y al margen del factor económico, que han sido la principal  arma de innumerables conflictos ejidales, invasiones, despojos de terrenos y corrupción.

A esto debemos de aunarle la proliferación de fraccionamientos irregulares promovidos y amparados por políticos, funcionarios públicos y líderes sociales de dudosa reputación que lucraron con la ignorancia de sus paisanos, de plena convicción e ideales firmes hacia las causas justas y equitativas.

Los Tribunales Agrarios, la Agencia del Ministerio Publico, el Juzgado de lo Civil y Penal, nos pueden dar cuenta de la serie de conflictos de esta naturaleza de ayer, hoy y siempre que continúan ventilándose en estas instancias, sin que alguno de los que se consideran afectados haya recibido un dictamen apegado a derecho, justo y equitativo.

Este vacío de autoridad mantiene a los residentes del ejido Zarahemla afectados por una invasión y despojo en la ciudad de Mexicali, precisamente en el edificio del poder judicial del estado, con la finalidad de exigir que les hagan justicia.

Durante nuestros más de 25 años de difundir el acontecer del valle de San Quintín, convertido ahora en nuevo municipio, logramos rescatar de nuestro archivo editorial una marcha y colocación de un ataúd en la explanada de la delegación del Gobierno del Estado, que simbolizaba que estaba muerto “el estado derecho” en esta zona, encabezada por Alfonso Ramírez Magaña, cuando fungía como subsecretario Pablo Alejo López Núñez, y como coordinador de la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común, Osvaldo Medina Olvera, dos personajes de aquella época de los 30 años, que gobernó el estado el partido Acción Nacional.

Alfonso Ramírez Magaña, resultaba un ciudadano inquieto y preocupado por el verdadero desarrollo del entonces valle de San Quintín, empresario de los materiales pétreos, y por ende relacionado con el sector empresarial, agrícola, comercial, funcionarios públicos, pesquero y político de aquellos tiempos, sin embargo hasta la fecha observamos con profunda decepción que todo continúa igual.

Desconocemos si existe una maldición hacia el valle de San Quintín, una ciudadanía tibia, indiferente y conformista para continuar igual durante más de 25 años, donde gobiernos de todas las corrientes partidistas han desfilado por Baja California, así como Diputados locales y Federales, Presidentes Municipales y Gobernadores del PRI, PRD; PAN y MORENA.