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¿Ciudadanos de primera y segunda en el municipio de San Quintín?

Durante los 30 años que gobernó el Estado el partido Acción Nacional y los que tiene la administración estatal, emanada de MORENA, la llamada clase mestiza del nuevo Municipio de San Quintín, no logra entender y comprender cuales resulten los motivos del trato de ciudadanos de segunda que recibieron de todos los gobernantes.

De acuerdo a una pequeña investigación que realizamos al interior del nuevo municipio, los mayormente analíticos y acuciosos consideran que esto tiene su origen en una supuesta mayoría de ciudadanos de la clase indígena que habitan en el nuevo Municipio de San Quintín, lo cual electoralmente hablando marca la diferencia en atención y apapachos.

Consideran que los propios gobernantes y políticos provocaron una separación de clases, apegado a ese buen filón de votos que representan los ciudadanos de origen indígena que tomaron como un lugar para asentarse el valle de San Quintín, desde aquellos tiempos cuando representaba el mejor imán por la gran generación de empleo del sector agrícola.

En un entorno pluricultural como el valle de San Quintín, deben considerar  los gobernantes y políticos, un trato igualitario, justo y equitativo, sin distingos de razas y credos religiosos, con la finalidad de evitar  una percepción de marginación de unos, y una bondadosa atención a otros.

Lo mayormente cuestionable resulta que los fraccionamientos productores de líderes de organizaciones indígenas, apuntan hacia un desarrollo urbano medianamente urbanístico, del cual adolecen algunas colonias donde habitan los nativos con antigüedades de 70,60, 50, 40, 30 y 25 años, rodeados de calles en pésimas condiciones y carentes de algunos elementales servicios.

Mucho se ha escrito y hablado de la explotación de jornaleros agrícolas, el elevado índice de extrema pobreza, la falta de servicios más elementales, lo cual únicamente lo etiquetan hacia las clases indígenas, sin embargo dentro de los jornaleros agrícolas están incluidos los llamados mestizos, que también sufren, tienen las mismas necesidades, atraviesan por la extrema pobreza, etc, etc.

Lo anterior no debe interpretarse como una acción xenofóbica, sino de evitar que nuestros gobernantes y políticos, reflejen esa predilección hacia un sector de la sociedad de un entorno pluricultural